Ha llegado el momento de empezar a poner de manifiesto cuales son las actitudes de la CIG, pues desde un principio la delegación nacionalista ha optado por la dinámica de la imposición a través de vía mayoría, frente a la vía de conseguir estrategias, acuerdos, y logros por la vía del diálogo y el trabajo común.
Algo similar a lo ocurrido recientemente a su partido nacionalista de referencia el BNG, donde la visión de una corriente ha impedido el trabajo de la otra y ha obligado a esta a abandonar el proyecto común.
Repasemos algunos de los últimos acontecimientos.
Recientemente se aprobó el borrador del proyecto de convenio que los dos sindicatos con representación en el comité de empresa presentaríamos como texto conjunto al Ayuntamiento.
PRESENTACIÓN DEL CONVENIO A LOS COMPAÑEROS.
Este fue presentado en una asamblea el pasado jueves 29 de diciembre. Antes de la asamblea se acordó repartir ejemplares impresos del mismo por los diferentes centros de trabajo. Pero desde la CIG se impuso la idea de que cada sindicato repartiese el convenio con su propio logo impreso. Esto en la práctica lo que ha supuesto es una duplicación en el gasto de papel y en el esfuerzo sindical, además de aumentar la confusión pues algunos trabajadores pensaban que se trataba de un texto distinto por la maquetación y logos diferentes.
Finalmente el jueves 29 en la Escuela Taller se expuso el convenio a todo el personal laboral. En la mesa estaban presentes los 9 delegados del comité de empresa (5 CIG / 4 UGT), más un asesor de la CIG. Mientras que en el público solo había 12 trabajadores convocados.
Sobre una plantilla de 350 trabajadores, no cabe calificar de éxito esta convocatoria, pues en anteriores legislaturas otras asambleas convocadas por la UGT con temas menos importantes tenían asegurado como mínimo duplicar o triplicar la asistencia de esta.
El clima de confrontación del sindicato nacionalista y de clase CIG, se puso de manifiesto cuando en una asamblea del comité de empresa posterior indicamos en referencia a como se presentó y repartió el proyecto de convenio que nos habían transmitido quejas al respecto, por la confusión que había creado que se repartiese con los dos logos sindicales, etc.
La respuesta por parte de la CIG fue que ellos “teñen a súa forma de traballar” y que “actualmente non se fiaban da UGT, e das versións que poideran dar aos compañeiros de traballo”. Ante estas palabras desde UGT se expresó que deberían hacer algo de autocrítica, y valorar porque había tan poco personal interesado.
El caso es que reconocer errores no entra ni ha entrado nunca en la hoja de ruta de la CIG, su respuesta es que “ahora había más información y por eso la gente no precisaba ir a las asambleas”
RABIA ANTE LOS LOGROS DE UGT
Pero este tipo de conductas, viene de atrás. Ese clima de sembrar siempre la desconfianza hacia el trabajo ajeno, tuvo su cumbre con la “caza de brujas” impulsada por CIG contra UGT, cuando nuestro sindicato logró que se incluyese a todo el personal laboral contratado en la convocatoria de ayudas sociales del 2011. Ya veis, apelaron a que presentar un escrito por un delegado de UGT tras las negociaciones oportunas era saltarse el reglamento del Comité, cuando cualquier sindicato o delegado, puede establecer negociaciones.
Este logró perseguido por ellos, pero conseguido por UGT, molestó en particular a la CIG, por no poderse atribuir los méritos. Los calificativos fueron vergonzosos hacia un compañero por parte de algún delegado y delegada de la CIG en esa asamblea. Todo esto para ocultar la rabia e impotencia porque UGT había logrado algo que ellos habían intentado sin éxito.
Respecto a la transparencia que dice representar la CIG indicar que desde UGT se solicitó en una de las asambleas que se nos remitiese con 24 horas de antelación el acta que se vaya a aprobar en la asamblea del día siguiente, para poder llevarla mirada y aprobarla de un modo más ágil. Este hecho serviría para hacer más operativas las reuniones de trabajo, pudiendo llevar cualquier observación que figure en las mismas ya por escrito, facilitando así por lo tanto el trabajo del secretario. Por el momento esto es algo a lo que se ha negado la CIG.
Esto mismo pedimos cuando haya que aprobar algún texto de relevancia.
Circunstancia en la que nos vimos envueltos con la denuncia que se decidió presentar contra el Ayuntamiento por “atentado a la libertad sindical”. El texto que había sido redactado por sus servicios jurídicos fue leído en la asamblea, y a continuación se solicitó votar sobre el mismo, sin facilitarlo con una mínima antelación para que pudiese ser estudiado por nuestros servicios jurídicos. Esa transparencia que piden en otros foros, queda en un cajón cuando son ellos los que tienen que facilitar la documentación con el tiempo necesario.
CONSTITUCIÓN DE LA MESA GENERAL DE NEGOCIACIÓN
El último capítulo de los desencuentros protagonizados por la representación de la CIG fue la constitución de la Mesa General de Negociación y la valoración de lo allí sucedido. En la reunión presentaron una propuesta a favor de que los votos de los sindicatos no valiesen lo mismo y que estos debían de ser en base a la representatividad. Indicando que ellos representaban un 38% de los electores.
Su propuesta habría sido secundada seguramente por nosotros si contásemos con un espíritu de colaboración por su parte. Si el diálogo fuese más fluido y no viésemos a veces que prima la figuración de unas siglas por encima de lo que se consiga o pueda conseguir para los trabajadores, igual hubiese sido distinto. Al final nuestro voto fue a favor de la propuesta municipal de cada sindicato contase con un voto. Desde la CIG en días pasados se volvió al ataque diciendo que habíamos vendido al personal laboral. Estamos ya cansados de que se consideren los únicos legitimados para negociar, que cualquier medida que no los beneficie interpreten que es un ataque a todo al personal laboral y que cocinen sus argumentos en la trastienda de su sindicato y que solo cuenten con UGT cuando les es preciso como sería este caso. Aún así no perdemos la esperanza de que esto cambie en el futuro y que se pueda trabajar en un ambiente de confianza y colaboración.
